Apertura

28 diciembre 2006


Es hora de que lo sepan. Gracias a estos momentos, que como norma he elegido para hablar de otra manera antes del comienzo del programa, me he podido reencontrar con un viejo amor, la escritura. Hacía años que no me sentaba a escribir ni un remito. Sin embargo, lo que empezó como un agregado al programa, se transformó en un micro, casi con vida propia. A tal punto, que muchas veces llaman para compartir una opinión sobre lo que se habla, y en oportunidades, he atendido reclamos de por qué no salía al aire este momento.Perdí muchas de las aperturas de la primer mitad del año, porque siempre las escribí en el papel que tenía más cerca, en el dorso de alguna factura o en un talonario viejo. Y así se me fueron de la memoria. Las menos, quedaron guardadas en un blog, y todas siempre contaron opiniones, momentos e interpretaciones caprichosas de situaciones de la vida, que por ser tan comunes, normalmente no las hablamos. Este pequeño lugar en el mundo no debería explicarse, pero como la marea se lleva todo el 2006 y es difícil escaparle a la locura evaluadora de fin de año, me gustaría reivindicar más estos 5 minutos iniciales, que el resto de No Todo Es Tan Así. Aquí hablamos de penas, olvidos, alegrías, pasiones. Siempre rondó por este lugar la palabra que lo resume todo, aunque pocas veces la pronunciamos. Desfilaron aquí amigos, amores, fantasmas e ilusiones. Todos míos, de mi cotidianeidad, y que, luego de un tiempo, hallaron otra manera de escaparse. Son a los que acudí todas mis noches para programar esto que ahora escuchás mientras hacés tus cosas por la mañana. Vale la aclaración, todo es cierto, todos existen y no todo es tan así como lo pinté. Ja!

Cualquiera (parte II)

27 diciembre 2006


Creo que la vi mil veces. Más que "Blade Runner", y mucho más aún que "Volver al Futuro". Sin embargo, no caigo en la cuenta hasta que la trama me atrapó por completo, hasta que estoy tan enredado con el argumento y el desarrollo que ya es tarde para levantarme y partir. No me canso de oír esos parlamentos que conozco de memoria, que murmuro un segundo antes que los protagonistas pronuncien. Profundamente me emocionan los climas musicales, me conmueven las escenas, y siempre, indefectiblemente, vivo la película como la primera vez. Será, me digo, porque es una montaña rusa de emociones, o porque los personajes son tan cotidianos que uno los siente muy dentro. Quizás. Como aquella escena de Don Corleone entregando el mando de la familia a Michael, todo visto a través de una puerta entreabierta, es así como guardo imágenes de esta peli. Debe ser que es la vida, y no una película lo que estoy viendo. Será. Pero de todos modos, me quedo aferrado a la butaca, abro los ojos tan grandes como puedo, mientras que todo se sucede. Porque de algo estoy seguro, no soy yo el director, y cada escena nueva me sigue asombrando.

Fin de Año

25 diciembre 2006


Apenas un 30 por ciento del mundo despide el año por estas épocas. Millones de seres humanos ignoran que esta es la última semana del 2006, porque cuentan el tiempo de otra manera, y normalmente, esto se halla enlazado con la creencia religiosa predominante de su sociedad y el modo que han elegido para situarse temporariamente en este planeta. Pero más allá de esta particularidad, está por demás de claro que todos, cristianos, judíos, musulmanes, hinduístas, ateos o lo que catzo seamos, precisamos un instante donde creemos dejar atrás una etapa y comenzar otra. Algunos sienten que mágicamente el inicio de un nuevo año cambiará una racha de desdichas, otros precisan comenzar a esforzarse para dar vuelta distintas situaciones. Con voluntad o sin ella, todos concuerdan en que habrá un cambio. También es el momento donde ponemos a funcionar la balanza personal, evaluando que hicimos bien, y que cosas no nos salieron como queríamos. Por otra parte, es la época del año donde nos evalúan, en el trabajo o el estudio. En fin, podríamos decir que hay millones de neuronas pensando, escrutando, planificando, proyectando y soñando como nunca en el año. Un cúmulo de energías direccionadas hacia el futuro, que ya está aquí, palpable y visible. Hoy, por más que quiero, no puedo evadirme de la fiebre evaluadora y balancista, de este ánimo de oficial contable de mi empresa, que es este humildísimo espacio. Por eso, paso a darles mi informe de fin de año. Luego de hablar con el área de recaudación, me entero que cerramos en cero, me dijeron exactamente que logramos un heroico empate al final del partido. No está mal. Consultada el área de recursos humanos, me dicen que ampliamos de manera drástica la planta y que estamos en plena expansión. Perfecto. Pero el informe que más me desvelaba, cerró con los mejores números. Luego de un breve chequeo, caigo en la cuenta de la cantidad de gente brillante, sensible y querible que se acopló a la empresa. Así que, con los bolsillos llenos de mensajes, caras de nuevos amigos, mails, recuerdos, presentes y demás, pensamos arrancar el 2007. Con la mochila llena, y gustoso de llevarla por ustedes durante unas horas.

Papá Noel

20 diciembre 2006


Ayer por la noche, y sin que nadie se ponga colorado, un sitio de ventas por Internet promocionaba como oferta un disfraz de Papá Noel al módico precio de $79,99. Una vestimenta que, por sus características objetivas, tendría que haber estado de oferta de invierno, desde julio y junto a polares, bufandas y gorros de lana. Pero no. El sueño de la hibernación matizado con olor a naftalina, lo duermen las otras prendas. Esta no. El 90% de los papá noeles que vemos no han pagado para flagelarse dentro del disfraz, sino que por el contrario, cobran unos pocos pesos para darnos un volante en la calle bajo el encantador sol de nuestro clima sub-tropical, y en algunos privilegiados casos, bajo el clima cool de un shopping acceden a una foto con chicos ilusionados. Todo me hace acordar a un papá noel de hace años en nuestra ciudad. Ya era muy mayor cuando reparé en él. Jubilado, y con apariencia de largos 70 años, debajo de ese disfraz que haría deshidratar a un camello, había un viejito digno y coqueto que no tenía una cana en esa raleada cabeza. Lo veo todavía en Justa Lima, aunque hace más de 20 años que murió. Contratado por alguna zapatería, daba los volantes de mano en mano y acercaba caramelos a manos pequeñitas que creían verdaderamente en lo que veían, no como uno que ya no cree ni en lo que le duele. Era una imagen de esas, que de tan asimiladas, uno las descontaba. Era paisaje de navidad ese viejo, tan querible.
Una de las últimas veces que lo recuerdo, tenía su disfraz más relleno que otros años, y se le adivinaba flaco debajo de la barba que colgaba medio amarillenta. Era claro que no estaba contratado por nadie esas navidades, y dudo que algún comerciante hubiera puesto un peso por el personaje. Parado en la esquina de la plaza mitre que da al banco nación, ahí estaba solito. Haciendo el trabajo impago más digno que yo conozca.

MIércoles



Encontrar algo sin buscarlo, es lo más parecido a esas escenas de comedia, donde el protagonista tiene un vuelco espectacular en su suerte al heredar a un tío lejano que a duras penas recuerda.
La magia de los guionistas no opera en la vida real, pero la vida misma a veces tiene giros tan irónicos que asombra. No me refiero a encontrar las llaves de casa que perdimos hace diez días. Ni siquiera al DNI, que sin querer mandamos a hacer el tour "cesto de ropa sucia, breve visita al lavarropas y arribo a la soga de secado". No. Hablo de lo que, habiendo dado por perdido, nos sale al encuentro en medio del camino. Eso que provoca amarga resignación por no tenerse, y vuelve. Como buen aficionado al pensamiento, me provoca una duda. Qué se valora más, aquello que conseguimos luchando a brazo partido contra mil adversidades, o lo que reencontramos, luego de habernos rendido, habiéndolo llorado silenciosa y amargamente?. Estoy en la duda, pero la abandono rápido. No quiero que me empañe la alegría de haber encontrado el billete del gordo de navidad. No sé quién me escribió el libreto de hoy, ni siquiera tengo idea si hay una gran jurado evaluando mi actuación, pero no estaría mal hoy agarrar el mantel de la mesa, sacarlo de un tirón, y quedarme por un buen rato contemplando el papel que tiene mi nombre y que claramente dice "Hoy es su turno". Para qué arruinar todo poniéndome a pensar un por qué?.
Por un día, me acordé de levantarme con el pie derecho. Y eso es bueno. Será miércoles, estará horrendo, pero hoy me permito desconectar el antivirus. De vez en cuando, bajar la guardia, no implica que te rompan la trompa.

12 diciembre 2006


No tengo ganas de resignarme, pero con que gusto lo hago.
No tengo fe, pero con que estúpida candidez espero.
No siento porque respiro anestesia, pero cómo duele.
No encuentro lugar, pero cuánta tierra he pisado sin hacer un cimiento.

Cuánto deseo de ansiar, ansias de desear. De poner en on algo vivo y latente. De latir.
De ser el hombre bomba que lleva consigo el explosivo más potente en busca de la multitud obediente.

Me cansó la rutina de ser el mudo que no sabe señas, de hacer de oficial escribiente pulcro y prolijo que se lava las manos en espadol y se quema todas las noches el corazón a solas.

Todo cabe en un par de bolsillos. Al fin y cabo, no es tanto. No se mide en quilates, ni en pulgadas, ni en cm3. No mueve ninguna aguja. Absolutamente ninguna.

Por eso, apago la luz. Otra llave que tiro por encima del hombro.

Aviso!

11 diciembre 2006


Les aviso: ya es tarde. Matarse de hambre a esta altura con una dieta shock, o sólo tomar líquidos y esos manotazos de ahogado por el estilo, no redundarán en nada, por lo menos de aquí a enero, que es lo que le importa a la gran mayoría de los insatisfechos consigo mismo. Tal vez logren producir algún comentario tal como "Es cierto, che, te noto un poco más delgado", producto más de la compasión que de la realidad objetiva. Asumamos lo que somos, lo que hemos hecho durante todo el año, y ganémosle de mano a cualquier insinuación diciendo nosotros "Este año me dejo la panza", o bien, "Mirá lo que estoy criando del esternón para abajo". Gimnasio?, escuché bien?. No. No jodamos, eso es para mayo o junio, y para quienes ya vienen de antes. O existe un plan "terevientoen20díasymardelplatavaatener2julietasprandiesteaño"?. Estaremos más cerca de hacer un papelón histórico, sudando como un oso polar en Río de Janeiro, y eso no pasará desapercibido para quienes van al gimnasio históricamente y ven como en esta época se llena de gorditos ansiosos y disconformes. Creéme, te detestan y están esperando ver algo así para reírse a tus espaldas, se reirán de tu torpeza, tu discoordinación, e incluso, si se te escapa un rollito. Ahora bien, es tan difícil reconciliarse con el cómodo, el vago, el holgazán que llevamos dentro?. Esfuerzos sí, pero no inútiles. Y a no caer en las soluciones mágicas. O sos capaz de creer que cualquier producto que coma, beba o se unte Araceli González va a producir el mismo efecto en vos?. NO, terminantemente NO. Hay algo que anida en nosotros, tenemos un gen alojado que, ante cualquier sacrificio, conecta un parlante directo a la voz de la conciencia que te dice: Ma si!, dale!. Placer sin culpa, eso es lo que precisamos. Aceptarnos, asumirnos y ponernos orgullosos de nuestra condición. Y ya no hablo de un rollo o un flotador, ni de un pocito o una papada más grande... Igualmente, creo que aquí nunca confesé como me gustan las chicas con pancita... si, coloradas, si....

Mingitorios

07 diciembre 2006


Cómo se hace?, eh?. Se consigue algún plano en los kioscos de revistas?, hay una guía "paso a paso" en Internet?. Tal vez den cursos en un instituto, o en una sociedad de fomento..., ya sé, lo busco en Google?. Basta, basta, por dios!.
Le perdí la cuenta a tantas preguntas, por eso, opté por escapar hacia el baño. Me levanté y puse proa hacia el cartel de "Hombres". Como una pesadilla recurrente, el tipo me siguió hasta el baño y persistía en sus interrogantes, para taladrarme el cerebro con su historia trillada de -laquieroperonolapuedoolvidar-.
Es un lugar común el charlar esas y otras cosas relacionadas con mujeres, en los baños de bares. Si uno lo piensa fríamente, resulta grotesca una charla de hombres de mingitorio a mingitorio. Uno que habla, otro que escucha, y los dos mirando la pared, las bolitas de naftalina, observando de refilón a quienes entran, todo mientras se alude a una mujer, que difícilmente nos tome en serio si pudiera asomarse a semejante cuadro. Por suerte para todos, eso les está vedado en la mayoría de los lugares, y el día que una mujer entra al baño mientras el hombre hace uso de las instalaciones, ése es el día donde cayó el último bastión de su intimidad. Pero ese es otro tema.
Volviendo al amigo que penaba, prosiguió largo rato explicando la imposibilidad de olvidarla. Hasta que otro amigo se acercó y le dijo: Yo te advertí como era la mina, pero vos no quisiste escuchar... y no me digas que no te acordás, porque sino, me das la razón en otra cosa, nunca escuchás a tus amigos. Silencio, incómodo pero aliviador silencio. El que no olvidaba se fue del baño, y nos dejó callados. Al rato, el otro me dice: Nunca le dije nada, pero como lo callé, eh?.
Siempre será mejor un amigo que se harta de escuchar, que otro que hace que te escucha. Para mí, un campari con tónica.

Hielo

06 diciembre 2006


Sólo es un instante. Pero será eterno. El aire se hace hielo para dejar atrapadas todas las muecas, todos los gestos, una sonrisa. Para perpetuar un estado, y jugarle en contra a ese reloj que no podemos torcer. Lentamente, lejos de la percepción, avanza ese frío que todo lo convierte en olvido, y nos arrebata de virtudes, horrores, pasiones. Ya nada es, sino hielo, y el que invoca o el que sufre, son frío por igual. Ni una razón acude para alumbrar, no hay argumentos, sólo la procesión blanca que todo masifica. Los indefensos y resignados miran sin oponerse y la brisa más gélida pone un manto sobre el pasado. Nada asoma. Nada rompe la perfección. Cuerpos, voces, miradas, frases, melodías, todo sepultado bajo la capa más gruesa de escarcha. La más duradera que mi voluntad pueda.

Quiero

04 diciembre 2006


Yo quiero. Si, yo quiero. Me explican que no se puede. Igual quiero. Me dicen que no es el momento adecuado. Persisto en querer. Me argumentan que hay situaciones que hacen que, por el momento, sea imposible. Persevero en querer. Yo quiero. Qué?, suena a carpicho?. Se parece al berrinche de un nene?. Yo quiero, quiero y quiero. O sólo a un chico se le contempla y consiente la terquedad?. Qué tengo que esperar?, que se armen mil blogs en la red apoyando mi querer?, que Castells se solidarice y corte un par de calles en mi apoyo?. Sigo queriendo, y si suena a capricho, lo lamento por el oído ajeno. Tal vez Fidel postée un mensaje suyo en video en YouTube, acompañando mi causa, y Chávez hable durante cinco horas, diciendo que lo que yo quiero está bien, es justo y bolivarianamente correcto. Porque no se trata de dinero, ni de poder, y menos aún de fama. Pero la marea sube, la temperatura levanta y lo que quiero, lo quiero cada vez más. Amerita tirar una estantería, revolear unos platos, incluso creo que se impone romper un par de ventanas. Porque si uno quiere, es preciso que se enteren, no?.

Magia (Hechicería Barata)

03 diciembre 2006


Hay días en que la voluntad hace huelga en uno. Y todos los caminos que, mentalmente, uno emprende para poner en marcha algún acontecimiento, ya sean significativos o intrascendentes, se hallan cortados por las debilidades y flaquezas que afloran y toman posesión.
Hoy pretendo que una vieja foto tome vida. Que una canción recupere el sentido que alguna vez tuvo y deje de ser dolor. Quiero que un rayo ilumine la noche, y que el fondo sea superficie. Todo lo quiero, y sin hacer nada. No puedo decir "deseo", porque no me ayuda la voluntad. Debería decir "me gustaría", y sería más preciso. Deseo menos voluntad, da como resultado una intención menguada, anémica. Es la intención de tener, de disfrutar algo sin esfuerzo. Y esperar que opere la magia, que uno sea el feliz ganador de una lotería cuando no compra el billete.
Cerrar los ojos no apaga el sol. Ni siquiera lo oculta por un instante, sin embargo, me embarco en el deseo somnoliento de querer sin pelear. Por hoy. Hasta que pase la marea de fiaca que tapa la playa y me hace creer (porque quiero) que todo va a fluir hacia donde quiero. Es el lunes de mi ánimo, por eso lo dejo pasar. Ya va a pasar.

Desde Arriba

01 diciembre 2006


No sé si uno es iluso por naturaleza, o lo hace para pasarla mejor, cuando ya recibiste una buena dosis de palizas en forma de experiencia. Lo cierto es que la palabra "iluso" tiene su raíz en ilusión, y cuan diferente es creer a "dibujarse" un sueño. Amoldar un sueño a las posibilidades propias de concretarlo, sin esfuerzo, sin dolor y con una intervención mágica, digamos, que resuelva por nosotros lo que no podemos desatar en la realidad, no es soñar, es lisa y llanamente mentirse.
Cuánto se desea algo, verdaderamente, si no se es capaz de quebrarse una uña, al menos, en el intento?. Cuánto se aprecia un logro si no se derramó una lágrima, sino se vació el pecho o no se nos anudó el estómago en algún tramo del camino?. Si subimos una montaña por la aerosilla, tendremos alguna que otra bonita foto, y será un recuerdo amable de viaje, que quedará al tiempo arrumbado en un álbum, en alguna vieja caja de zapatos. Distinto será el sentimiento de quien escaló la montaña. Podrá alguien decir que escalar una montaña es subir una pendiente prolongada. Si, es un plano inclinado, al fin y al cabo. Me importa un catzo. Es el valor de lo que me costó, el empeño que le puse, el dolor que me desgarró y el placer que me gané. Montañas para escalar hay miles a la vuelta de la esquina. Están las que desafían, las que uno ignora porque no las siente a su altura, y las que uno fija como meta luego de haber podido treparse a otras cimas. Pero para cada montañista, está su desafío. Para cada uno hay un sueño y cada quien elige, trepar o aerosilla. Soñador o iluso.

Rehabilitación

28 noviembre 2006


Luego de atravesar la espesa noche de un abandono (matizado a veces con un choque frontal contra la realidad, que se pretende ignorar), un hombre debe dejarse llevar por la marea amistosa de sus compinches que le reclaman la vuelta a la vida. En los hechos, volver a vivir implica, que el amigo salga de juerga, tragos, algunos excesos simpáticos, e interactuar con alguna mujer. Porque la mente colectiva masculina entiende esto como un proceso de rehabilitación obligado luego de un desengaño. Personalmente ignoro como será la vuelta a la soltería de una mujer y que consejos le dan las amigas a la doliente, pero para el hombre en pena, se arma una especie de red de solidaridad compuesta por sus amigos más cercanos que, de alguna manera hace de guardería andante del que sufre. Tal vez alguna mujer se esté preguntando al oir esto, habrá algún componente terapéutico en esto?, algún rasgo de psicología casero?. No, para nada. El hombre, en estos y en miles de casos más, actúa bajo el más primitivo instinto. No podría explicar si es camaradería o la plena certeza de saber que puede ocurrirle a él pasar por situación similar, y de esta manera, generar el lazo que asegure que lo cuidarán si sufre este dolor. La cuestión es que este verdadero proceso de reinserción a la vida tiene algunos pasos y todos deben cumplirse para lograr el objetivo. El primer momento es dramático, la noticia, el cambio brusco de estado y de costumbres, requiere de la presencia masculina que aleje del amigo pensamientos estúpidos, tales como "y si la llamo?", o "voy a ver si la encuentro, para ver que está haciendo". Cuando se acerca el primer fin de semana en soledad, nuevamente debe afianzarse el vínculo con los amigos. Está claro que no todos son solteros, por eso, es de evitar la efusividad en las parejas mientras esté presente el nuevo solitario, que puede estallar en llantos al ver como un amigo y su pareja se muestran cariño frente a él. Otro detalle importante durante ese primer fin de semana solo, es que los amigos armen un itinerario totalmente distinto al que usualmente hacía el damnificado con su ex, y por supuesto, huir de cualquier cercanía con la causante de tanto dolor. Podría provocar una recaída que nuestro amigo en desgracia, sumido en el vapor del alcohol, se encuentre con su ex y pretenda rediscutir lo que a todas luces se terminó. Con el tiempo, como toda herida, se curará. Sola, o con asistencia, se cerrará y luego será cosa del pasado. La ayuda de los amigos habrá hecho efecto y paulatinamente todo volverá a los carriles normales. Pero, a pesar de la experiencia colectiva intensa, es muy probable que nadie mencione más el episodio. Tal vez se recuerde parcialmente alguna anécdota relacionada con el tema, pero nunca la raíz de la razón. Y esto, no es para sorprenderse, se debe al simple hecho que esta debilidad, no está entre las que puede admitir un hombre. De hecho, a mi nunca me pasó.

Aterrizaje Forzoso (mas no imprevisto...)

22 noviembre 2006


Ayer surcaba los aires mirando al mundo desde la estratósfera, pensando en lo eterno de su bienestar. Todas las cosas se ven pequeñas desde la altura del autoconvencimiento. Pero, (siempre un pero), a toda máquina que se desplace le hace falta combustible, y, creánme, aún no hay combustibles eternos. Por eso, cuando uno siente que algo falla, que el vuelo comienza a sozobrar, a tornarse inestable, lo mejor es pedir pista. O hay aviones que se arreglen en medio de un vuelo?. Por eso, estirar el vuelo para ver si se arregla el motor no es aconsejable... Igual, será por eso que la vida está llena de cráteres que dejan los que no supieron usar el paracaídas.

Confundido, atontado y lloroso, está mi amigo que se repite para sí: -Qué pasó?, qué nos pasó?.
Y nosotros, sus amigos, como un coro griego, le contestamos: -Lo que te avisamos que iba a pasar!, y él insiste: -Pero ella era todo lo que yo quería..., y nosotros, como en un musical de Hollywood, decimos: -Hay miles mejores allá afuera!; pero el tipo se empecina y solloza: Y ahora qué hago?, y nosotros como un coro angelical, repetimos: -Salimos, para que te despejes y olvides!.

Listo. Una vez más rescatamos a un amigo de las llamas de un accidente aéreo, de un desengaño, de esos que siempre estan a la vuelta de una esquina, esperando a que pase la primer pareja aparentemente feliz para echársele encima. Eso es lo malo de vivir perdido y la única manera de encontrarse es en una mujer.
Salud a los perdidos.

Atravesando el Aire

21 noviembre 2006


Qué estado maravilloso!, qué envidiable para los que no saben como es!. Es hermoso cuando comprás algo y estás enteramente satisfecho, sin preocuparte porque no te dieron la factura, o el plástico del envoltorio, que está rajado. Es fantástico cuando escuchás lo que querés oír, que todo lo que sale de esa boca sean caricias para tus oídos, como vivir con la canción que te gusta repitiéndose perpetuamente en tu reproductor. Y mientras flotás en tu nube particular, no importan esas bocas y rostros que gesticulan mudos a tus costados, ni los nubarrones oscuros que se plantan frente a vos, y menos aún, el viento que se empeña en arrancarte la cara. Es que no hay nada ni nadie que frene tu empeño en creer que le podés sacarle aceite a las piedras, o que podés hacer volar a las palomas muertas. Hay alguien que tenga el derecho a contradecirte o a amargarte la miel?.
Cuando uno sale a volar, arma su propia hoja de vuelo. Y los papeles, que se quemen solos.
Siempre habrá un alma caritativa esperándote abajo, con el colchón que amortigüe tanto sueño.

El Hombre Récord


El lugar estaba decadentemente bien decorado. Hacía juego con lo que uno espera de esos lugares.
Sórdido, con caras raras que no desafinan (porque supongo que para estar ahí se necesitan), y el olor a hombre en celo exacerbado, mezclado con desodorante de ambiente. La luz, lo suficientemente escasa como para que las anfitrionas lucieran seductoras, (un término muy arriesgado y poco justiciero), y la música era una letanía de cumbia, solo reconocible para el que la conocía de antemano. Un par de amigos se dedicaron a la tarea de charlar con las mujeres, mientras que el invitado, el que a todas luces precisaba la visita al establecimiento, comenzó su faena.
Desde esa noche, nunca se me borraron los detalles, por mas mínimos que hayan resultado. No sé si por la sospresa o la curiosidad. La cuestión es que pasamos horas bebiendo, opinando acerca de las mujeres y aconsejando a nuestro amigo con cual debía intimar en la próxima vuelta. Tuvimos tiempo de darle salida al redentor que llevamos dentro, ese que muy inocentemente, cree que puede redimir por amor a una mujer que trabaja en algún lugar de la noche. Ninguna se mostró permeable a la redención, y mucho menos al amor, en esa jornada.
Sin darnos cuenta, comenzó a colarse el día por las ventanas. Lo sugerente se tornó grotesco, y lo que a simple vista ya era grotesco en la oscuridad, de día se nos hizo patético. Nuestro amigo, exhausto, había visitado a todas las chicas del local, un verdadero récord. Como final de la noche, nos dirijimos a pagar las bebidas. El hombre que nos cobraba era un morocho flaco, poco expresivo y serio, como se supone debe ser alguien en ese oficio. Nos cobró en silencio y sin demoras. Cuando le tocó pagar a nuestro hombre récord de la noche, el morocho se plantó y le dijo: -No me mirés así, yo trabajo en la barra, y nada más... Se ve que el hombre era conocedor de miradas, de esas que uno a veces no percibe, incluso conociendo mucho a alguien.

Luz

19 noviembre 2006


Cada día que se le ahoga en el almanaque, se pregunta lo mismo, cuántas cosas más van a pasar por estas manos, que se van a estrellar contra el suelo?. Yo no fui, dice, entre resignado y malancólico. Pero siempre tiene el revólver caliente sujeto por la culata. La culpa no le es extraña, por eso se empecina en que no se le escapen los últimos tesoros que quiere guardar intactos.
Tira arriba de la mesa una parva de papeles, la mayoría arrugados, otros hechos bollos, y los menos, doblados en cuatro. Cada retazo, un recuerdo anotado. Los despliega y los lee para sí. Luego me dice: -Éste. Éste es el que quiero que me guardes, sospecho que soy el único que lo recuerda, y por eso me da miedo que se me pierda. Y comienza.
-Fue un día de invierno. Pero no como esos vulgares días de invierno que conocemos. Fue un raro y soleado día de invierno. El más apacible. Fue el día, que de haber pretendido tapar el sol, hubiera cometido mi peor crimen. Sigo sin saber si las emociones profundas dejan otras señales que no sean las que se adormecen en la mente. Pero a veces, juraría que oigo el retumbar ahogado de ese corazón, en este inmenso espacio. Y sin esfuerzo, siento aquella voz susurrada y el silencio que sucede cuando no hay necesidad de palabras, cuando las preguntas sea caen, porque una respiración profunda las vuela donde no molesten. Y el sol. Ahí, tan presente, en mí, en ella. Cómo podría guardar yo sólo toda la luz de ese día?, me entendés?. Me guardo para mí su rostro, la sonrisa plena y franca, pero ayudame con eso. Acordate que nunca hubo un día tan brillante como ese. Creo que fue en julio, y yo estaba feliz.
Le juro que le voy a guardar el recuerdo como si fuera mío, y me vengo para acá. Y el sol sigue ahí, inmutable.

Azul(es)

16 noviembre 2006


Subo montañas. Me canso hasta la extenuación. Atravieso mil pueblos, de los que me llevo todo lo que puede esta memoria. Devoro rutas, ríos. Me hundo en arenas. Desarmo relojes, quemo almanaques, soborno al tiempo. Araño el cielo y vuelvo. Sé que me espera un calabozo de llamas al final, pero aún falta. Me ahogo en oscuridad y retorno en luz. Un fondo de mar llama con himno de silencio. La calma invade, inunda y se esparce. El telón de la perpetuidad tiene esos ojos. Azules.

14 noviembre 2006



Qué hago tirado aquí, nuevamente, buscando el control?. Nada que hacer, nada especial que sentir, poco en la heladera, poco en la bolsa de esperanzas. La tele me llama bajito, imperceptible, casi inaudible. Aprieto suave el botón rojo. Aparezco en Egipto. Un click más. Transpiro en una clase de gimnasia que promueve no sé que método que me deja duro, sexy, bien conmigo mismo, y tengo que tirar toda mi ropa vieja, porque no me hará falta. Subo más aún, y la marea de noticieros e idiomas extranjeros me hace preguntar, esto es todo?. No. Vuelvo a cero. Inicio de zapping segunda ronda, la revancha. Comidas, platos cuadrados, chefs, cocineros de utilería, hierbas aromáticas, especias exóticas, y click!, cestos de mimbre para el baño, remachadoras y bricolage para todos. Me voy. Salto los canales de aire, atravieso la tentación. Pelotas rodando, volando, gente corriendo, pegándose. Más allá, dibujos, dibujitos de todo tipo, y sigo, sigo, no paro. Pelis, pelis viejas, pelis viejísimas, la vi, la vi, la vi, ...a ver? no la vi?...si, la vi. Documentales serios de ceño fruncido. La vida en el fondo de un pantano del sudeste asiático, la reproducción del cascarudo tuerto, y la historia del creador de la rueda de atrás de la bicicleta. Música, los diez más pedidos, los diez recomendados y nunca los diez más detestados. No!, me parece que... peligrosamente me acerco al final.
Ya es tarde, demasiado tarde. Una vez más llené el hueco. No pensar, ver sin ver, sin interés y con anestesia para que pase el tiempo. Para que se devore esto, antes que me devore a mí. Por eso, amo la TV.

Hubo Una Vez

13 noviembre 2006

Hubo una vez un momento en que el agua calmaba esa sed y apagaba este fuego. Hubo una vez en que cubría las arenas, caía suave sobre nosotros, y mojaba tu infierno, tan ávido de calma.
Hubo un tiempo donde la espera era eterna, el momento, efímero, y la ausencia, el dolor más temido.

Hubo una vez un momento para siempre. Pensado para ser siempre, ansiado como nunca jamás otros podrán hacerlo.

Hubo un tiempo donde dos quisieron torcer el reloj.

Minucioso castillo de arena. Sólo bastó la espuma de la ola para que hoy digamos "Hubo una vez".

Ahí Viene

09 noviembre 2006


Fue larga la espera. Fue vasta la incertidumbre. Atravesando todo. Sin eludir, sin huir. Dientes apretados, cabeza gacha, y dejando jirones de esperanza a los perros, hilachas de sueños que no se recuerdan. La noche devoró todo y parió angustia, zozobra. Sólo plantó ansiedad para esperar el día, para rogar por el amanecer. No sé si sospecho o deseo, pero... es luz.
Es luz. Ahí viene el sol.

Paredes bajo Aerosol

08 noviembre 2006


Siempre me asombro cuando encuentro alguna pintada en las paredes de la ciudad. Me sorprenden las que tienen un contenido fuerte, no cualquiera. Me refiero concretamente a las que expresan un sentimiento intenso, que pueden ir del amor al odio, del fervor militante a la bronca de una denuncia. Pero la particularidad de la pintada, es que está llamada a perdurar, y en muchos casos, más allá de lo que lo haría en un papel, con lo que remarca aún más el significado, hasta convertirse en el signo de un tiempo. Hace muchos años, yo era niño, enfrente de mi casa pintaron acerca de la masacre de Trelew, que ocurrió un 22 de agosto de 1972. El fusilamiento clandestino de presos políticos por parte de la Armada, durante la dictadura de Lanusse. Perduró hasta los 90' ese pedido de memoria, y nosotros, que vivíamos por ahí, pasamos por todos los momentos que pudo pasar un ser humano que vivió en la Argentina de los últimos años. Dictadura, democracia, más dictadura, retorno a la democracia, impunidad, juicio, castigo, indultos, juicios y sabe dios cuantas cosas más. Pero la pared, esa pared, seguía inalterable, gritando lo mismo, solo cediendo en el color que le robó el tiempo. Mensajes más livianos me llaman la atención. Ayer, caminando me encontré con una pintada en aerosol que decía "giselle cornuda". Pobre Giselle si se enteró de ese modo. Pobre si lo sabía y lo quería ocultar. Lo peor no sería eso, sino el sostenimiento en el tiempo de ese estado de "cornudez", por una pintada que nadie borra y el tiempo tardará en llevarse. Otra que lleva años pintada en una ochava de Zárate es "Gonza, si te gustan las mujeres, aquí estoy". En tan pocas palabras, agresión, pasión y afirmación de sentimiento. Un verdadero resumen pasional, que seguro el viento del tiempo arrastró a lugares lejanos. Quizás las realidades de aquellos dos protagonistas hoy pase por lugares sumamente lejanos, tal vez no se hayan visto nunca más, y es probable que no lo hagan jamás, sin embargo, una pared inmortalizó un momento. La aparente indiferencia de él, la arriesgada pasión y el ofrecimiento de ella. Todo, en una pared de una ciudad.


No sé si es orgullo enfermizo, o el calculado descontrol de un sentido. Pero no lo puedo creer. Si aceptara lo que me piden, al único que podría culpar es a mí mismo. Oigo todas las palabras que quiero oir, y sin embargo, no caigo rendido. Es que me abandonan los sentimientos, y mi voluntad no es afecto, es fuerza, pero no deseo. Es tarde. Que nos tape el agua, o nos deje ceniza el fuego. Pero ya es tarde. Tan tarde para culpar, demasiado tarde como para borrar las marcas.

Propiedades

07 noviembre 2006


Estaba muy tranquilo en mi casa. Sillón del living, tele con el volumen adecuado (el volumen insoportable para los demás) y muy cómodo de ropa. Suena el timbre. Podría estar descubriendo una vacuna, desarrollando el sistema operativo que nunca dejaría colgada a la PC o diseñando la máquina del tiempo. Pero no, es sentarme en el sillón o el inodoro, para que mágicamente suene el timbre. Por qué justo ahora?, es que tengo que conseguir el estado perfecto para que alguien se arrime a mi puerta?. O ellos tienen un radar, o yo envío señales muy fuertes de bienestar, que me rastrean al toque. Comienzo el ejercicio mental. Será una adorable anciana que se preocupa en traerme la palabra del señor?. Pienso y ensayo mi mejor cara de "gracias ya tengo",y en ese momento me asalta la duda. No será un vendedor de frutas o un afilador?. Revuelvo en la sección de vendedores a domicilio de mi cabeza, y busco la reacción pertinente. Otro timbrazo. Esta vez más largo, casi de impaciencia. Otra vez la duda, abro o no abro?. Pregunto quién es sin abrir?, o digo "soy el pintor, los dueños de casa no están"?. Qué estúpido. Más vale abro y no paso por tarado. Y así, nomás, sin mediar más trámites, abrí. Apenas me asomé, como para pispear, sentí la ráfaga de viento que entró al living. No había nadie. Volví a la tele, al zapping interminable de 80 canales y nada para ver. Ahí caí. Me dí cuenta cuando ya era tarde. Le abrí la puerta a un recuerdo. Y yo que pensaba que estaba muy guardado, allá en lo profundo, y ahora lo tenía conmigo, tirado en el sillón, más que cómodo. Desde ese día, comencé a convivir con él. Me acompaña a todos lados, se me aparece en cualquier momento, y ya me hace dudar si es recuerdo u obsesión. Era silueta, era forma, ya la cara se me desdibuja y la voz se me hace inaudible, pero ese aroma fresco, inconfundible de piel aún mojada, sigue presente. Sin saber, fue la forma de quedar anclada a un presente como éste, de atravesar todos los tiempos que siguieron y trascender. El modo de quedarse aquí conmigo. Y de recordarme a quién pertenezco.

Imposible

06 noviembre 2006


Hoy lunes, alguien va a pedir algo. Un empleado, que acumula broncas propias y frustraciones ajenas, va a pedir un aumento. Una señora va a entrar a la iglesia y va a rogar. Alguien va a mirar al cielo, y luego de preguntar por qué, va a pedir que cambie la mano. Un tipo está redactando una carta que comienza diciendo "Solicito a Ud." Algunos llamarán a la radio y pedirán un tema. Una profesora se cansará de pedir silencio. Una cola de gente estará en el banco pidiendo un crédito, y otra más grande, pidiendo una prórroga en sus deudas. Un pibe en la escuela va a pedir que se termine rápido la hora de matemática, y un enfermo que se acabe el calvario. Una esposa pedirá explicaciones, y un guarda pedirá los boletos. Una bandada de chiquitos va a pedir monedas en la terminal, una maestra pedirá licencia y un señor con canas pedirá un café en el bar. Hoy una persona va a pedir que la amen. Hoy, muchos van a pedir, y sólo uno, pedirá un imposible.

El FIn del Mundo

03 noviembre 2006


Confirmado: El mundo tiene fecha de vencimiento. De acuerdo a estudios dados a conocer en la noche de ayer, nuestro planeta será historia a partir del 30 de noviembre. Una colisión con un asteroide de dimensiones significativas, acabará con todo rastro de vida. La confirmación fue dada a conocer en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y se registraron diversas reacciones.
Las delegaciones africanas declararon unanimemente: "Ya nos estamos muriendo de a poco desde hace siglos, así que esto aliviará la situación. Sólo lamentamos que ya no vengan Madonna y Angelina Jolie a adoptar niños (ñam ñam, slurp!)".
La Unión Europea, a través de su Parlamento, liberó a sus ciudadanos nativos, de respetar la diversidad étnica y cultural. En estos momentos, hordas de europeos civilizados se hallan matando negros, sudacas, musulmanes, asiáticos y judíos. Declaró el Jefe del Parlamento: "Si nos queda tiempo, quien te dice que no hagamos una fiestita de despedida en Ibiza, pero sólo si terminamos con esto antes...".
Fuentes de la Casa Blanca se mostraron asombradas por el fin del mundo. Donald Rumsfeld declaró: "El Eje del Mal nuevamente pretende apoderarse de nuestros objetivos. Si nos hubieran dejado, terminábamos nosotros con el mundo". George Bush, en declaraciones a la CNN, dio a entender que el asteroide que impactará en la Tierra, es de construcción coreana e iraní, fue ensamblado en Iraq antes de la caída de Saddam, y sería tripulado por 10 musulmanes suicidas.

En otro orden de cosas, en nuestro país, voceros del gobierno confirmaron el adelantamiento de las elecciones presidenciales para el 15 de noviembre próximo, y la asunción del ganador sería al día siguiente. De todos modos, el Presidente dejó abierta una puerta: "Si por esas cosas zafamos, el próximo Presidente será un pingüino". En Casa Rosada confirmaron que la ceremonia de traspaso será modesta, y no habrá televisación, para no interferir con la transmisión ininterrumpida que está haciendo canal 13 de "Bailando y Cantando por un Sueño", y que está causando furor. Asimismo, los libretistas de "Sos mi Vida" agradecieron al asteroide que acabará con la Tierra, el no tener que inventar más cosas para alargar la novela.
La CGT de Hugo Moyano solicitó permiso para realizar el traslado del cuerpo de Eva Perón a la quinta de San Vicente. Aclaró que se hayan entrenando duro en el tiro al blanco y lanzamiento de piedras. Dijo el líder camionero: "Estamos concentrados y esperamos la revancha con mucha ilusión, ya que el partido de ida no nos fue del todo favorable... pero esta vez nos vamos a asegurar el triunfo".
Capital Federal amaneció con pintadas que dicen "Por fin se va a morir Menem". Esto obligó al vocero del riojano a desmentir la versión, y agregó: "Hace 10 años que está momificado, y así y todo, no piensa morirse de ninguna manera".
Espectáculos: El músico y líder de Intoxicados, Pity Alvarez, declaró que es una cucaracha extraterrestre y que 15 minutos antes del impacto del asteroide, lo vendrá a buscar la nave madre que lo dejó en la Tierra. Finalmente Marley declaró: "Es cierto, la miro con cariño". No sorprendió a nadie.
A pesar de las escenas de pánico que se viven alrededor del mundo, en el lugar donde se calcula que dará de lleno el asteroide que acabará con la vida en el planeta, se toman las cosas de otra manera. A contramano de todo, esta gente pareciera esperar la llegada del cuerpo celeste. El comentario general de los habitantes de Zárate es: "Por fin va a pasar algo...".

30 octubre 2006


Por estos lados, y a esta misma hora, hemos hablado infinidad de veces acerca de hechos fortuitos y aparentemente inofensivos, que cambian dramáticamente una historia. Historias que uno, en el colmo de la culpa, puede creer que se hubieran evitado simplemente quedándose en su casa. O bien, en otros casos, que hubieran tenido un desenlace feliz con sólo articular una palabra. Nadie podría probar, salvo que cuente con la máquina del tiempo, semejante teoría. El tiempo no se puede rebobinar, ni podemos darle pausa y play a la historia, por lo que los dados caen una vez y para siempre. Entonces, el probar distintos métodos para conseguir una sola cosa, digamos un amor, nos llevará por otros caminos donde adquiriremos más experiencia, conoceremos mejor a esa otra persona, y tal vez, algún día, ganemos lo que tanto ansiamos, pero será de la mano del tiempo que transcurre, y no por la repetición de un momento, un instante, que se consumió hace mucho, y en el que sin dudas, éramos muy distintos a lo que podemos ser el día del logro final. Días atrás, estaba leyendo una historia corta, que resume la idea que quería contarles. No es lo que precisamente se espera como un final feliz, pero lo es, a su manera. Y todo nace de una palabra dicha en el momento adecuado. *Había una vez un prícipe perdidamente enamorado de una joven. Luego de cortejarla por un tiempo, no pudo callar más sus sentimientos hacia ella y le dijo: "Quieres casarte conmigo?", a lo que la joven contestó, con un seco y rotundo "NO!". El príncipe se amargó unos días, hasta que se le pasó, y vivió feliz, por muchos años, saliendo de juerga con sus amigos, tomando todo lo que encontraba, revolcándose con cuanta mujer se cruzara por su vida, jugando al fútbol, al paddle, y dejando la toalla tirada en el baño después de ducharse, el dentífrico destapado, lavando los platos cuando no quedaban más por ensuciar, y colorín colorado...

Saber de Más


Cada vez hay más proliferación de gente que ve el futuro. Más allá de la veracidad o no de esto, se hace notorio a través de series de tele, documentales y peliculas, que la cantidad de quienes decir poseer ese don es cada vez mayor. No me pondría a discutir el tema, pero he notado que todos tienen una característica, son torturados por este don. Lo aceptan, pero dan a entender que de poder elegir, no lo tendrían. Allá ellos. Los que estamos lejos de saber que nos sucederá, incluso, en el próximo instante, ansiamos tener ese don. El de la anticipación a los hechos, el poder acabar con incertidumbres que molestan. Hace años, en un programa de televisión que me gusta, hubo un sketch entre un recientemente fallecido, a punto de entrar en otra vida, y su ángel de la guarda. Luego de largas consideraciones, el diálogo desemboca en que el ángel de la guarda, al haber acompañado siempre al difunto, sabía absolutamente todo lo que su protegido había hecho en vida. Incluso, para que su tarea de guarda fuera mejor, conocía todo lo que sucedía alrededor de este hombre. De manera que, para satisfacer esa curiosidad tan humana, le pregunta al ángel de la guarda, qué mujeres habían estado enamoradas de él sin que lo supiera. De algunas sospechó, de otras se asombró y con una se llevó una gran sorpresa. Preguntó que tan cerca estuvo de ser rico. Le contestó el ángel "a 50 cm, exactamente. Recordás aquella vez que quisiste ir de vacaciones a alguna playa inhóspita, y llevaste a toda tu familia a Centro América?, durante horas, tomaste sol sobre un cofre pirata lleno de monedas de oro y reliquias precolombinas..., sólo había que escarbar 50 cm de arena..."

En fin, estoy muy seguro que nuestras dudas sobre el futuro se refieren a estas dos que les acabo de contar. Las que mueven al mundo, le dan condimento a lo cotidiano y sazonan cualquier novela de tele que se cae en el rating: sexo & poder. No importa en que variante o con que grado de pureza mezclemos estos componentes, cada vez que haya uno de ellos involucrados, habrá intriga, riesgo, vértigo, adrenalina, culpa y, si todo sale bien, gloria. Entonces, como no querer adelantarnos?. A primera vista, no hay dudas de lo tentador que suena. Pero sospecho que luego, puede tornarse una molestia, para acabar siendo la tortura que prohibe cualquier disfrute, desde el más nimio hasta el más grandioso. Por eso, el lema de hoy bien podría ser: No pregunte, si no se banca la respuesta.

Lunes

29 octubre 2006


El lunes tiene una carga negativa muy particular. Se la damos entre todos, es una convención aceptada casi universalmente, el comenzar una dieta el lunes. O dejar el cigarrillo. Nunca el primer día del mes, que puede caer jueves, y está claro, un jueves no puede comenzar nada.
Para las cuestiones laborales, el lunes suele ser un día clave. Es el día donde confluye todo lo que se pospone (pasá el lunes, el lunes te pago, el Sr. se fue y vuelve el lunes...) El lunes volvemos a la rutina, y encima le descargamos todo lo que sobró o no quisimos cargar la semana anterior, por eso, es lógico que sea un día indeseable. Mis lunes los encaro con el talonario de números pegado a la frente. Saque número y diga todo lo que tiene que decir, no se guarde nada. En cada bolsillo del pantalón llevo algo para pasar el mal trago. Un pañuelo para lágrimas (ajenas), un puñado de paciencia, un rollito de resignación de lunes (que nunca falte) y una bolsita de esperanza lejana (la ración necesaria para llegar hasta el viernes). Hay otros métodos para comenzar el calvario. Luego de un fin de semana salvaje, agotador, hay quienes el lunes se encienden en "Modo a prueba de fallos", con las funciones básicas y esenciales, y no les pidan que cabeceen... Están los que el lunes funcionan con la señal de ajuste, como los canales de tele, y recién el martes vuelven a la programación. Y, si. Hay otros. Esos que el lunes están felices, sospechosamente alegres de volver a la rutina, totalmente desafinados con la sinfonía general, cantando su melodía a contramano del mundo. Es una especie particular, que camina entre nosotros. Son los que nos hacen sentir que las obligaciones no les pesan, que las recompensas sólo llegan luego del arduo sacrificio diario, y al fin y al cabo, los que hacen de su existencia el ejemplo viviente de que "hemos venido a este mundo a sufrir, hostias!". Tal vez sea cierto, quizás hemos venido hasta aquí a sufrir todo lo que un ser humano, en cuerpo y alma, puede sufrir. Y todo eso, si sucede, se da en un sólo día. Un eterno e inagotable lunes.

Credulidad

27 octubre 2006


Adoro comprar fantasías. Mi costado infantil sobrevive sin problemas cuando oigo una promesa, incluso aquellas que me dejan un regusto de sospecha. Inmediatamente trato de despejar los nubarrones, para vivir esa ilusión. He notado, por ejemplo, como compartiendo una película o una serie en la tele, mis ocasionales compañeros van perdiendo la credulidad con distintos hechos, pero yo sigo manteniendo ese mínimo nivel de fé que se precisa para continuar con el espectáculo. Supongo que debe venir escrito en la receta de uno mismo, para bien o para mal. Pero está claro que para disfrutar de una ficción artística, uno debe "comprar" esa ilusión, esa historia que nos narran. En cuantos casos uno conoce todos los clichés, los lugares comunes de una novela, y sin embargo, le baja la persiana a la realidad, a la experiencia propia, y decide embarcarse en un imposible, sólo por el gusto de disfutar unos instantes por día?. Me pregunto, está mal eso, trasladado a la vida?. A nuestras vidas, a lo cotidiano de lunes a domingo?. Comprar una situación, una realidad que no es tal a los ojos de otros, por el placer de escaparse un rato a lugares que de otra manera no se podrían visitar?. Digo, invitándolos a hurgar en sus memorias, están seguros de no haberlo hecho alguna vez? Hay un tango, que no recuerdo por el nombre, pero tiene una frase textual que dice "sin esa mentira no puedo vivir". Sin llegar a ese nivel de dolorosa verdad, sino dejándolo en un nivel más inofensivo, cuantas mentiras nos hacen de muleta mientras pasamos momentos no muy gratos. Y cuantas fantasías más nos harán cruzar oceános mientras no le vemos una mancha al horizonte. De eso se trata, y para eso sirve esa credulidad de la que te hablo. Para que sigas creyendo que aquí trabaja una gallega conmigo, la cual, sabemos todos, está muy buena, y además, para que alimentes tu inocente mentira cotidiana. Uno, por crédulo nomás, puede seguir soñando que algún día se cumplirá.

Sin deseo

26 octubre 2006


Soy el pozo adonde van a parar tus sobras. Soy la oreja que absorbe tus palabras y la mente que procesa tus dramas. Soy la obligada solución de tus problemas, el análisis calmo de tus tormentas.
Soy. Y sin deseo. El frío para la calma de tu ardor. Pero nunca seré calor. Por que no deseo.
Soy el perpetuo y oscuro cortejo en tu puerta, el rancio hedor de la muerte, que ronda tus sentidos. Sólo me queda vacío para darte. Y te conforma.

Envidiable

24 octubre 2006


Confieso que desconozco la naturaleza femenina en muchísimos aspectos. Honestamente he hecho esfuerzos por alcanzar ese grado de sabiduría que tenemos vedado la inmensa mayoría de los hombres. No pertenezco al pelotón de denostadores de la inteligencia femenina, muy por el contrario. Me encuentro en un grupo pequeño, reducido, de varones que respetan lo que sospechan es, una capacidad totalmente diferente de percibir las realidades a su alrededor. Quienes prestan atención a las reacciones de una mujer, les resulta evidente que ven donde nosotros no vemos. Muchas veces, con una simple mirada o un saludo desganado, son capaces de hacer un diagnóstico certero y concluyente de una persona, y no duden, señores, que el tiempo, inexorablemente les dará la razón. La innata capacidad para desentrañar una mentira, es algo que aún me produce asombro. No sé que nos miran, que secreto descubrieron del hombre, que hace que ante algunas miradas femeninas, quedemos desnudos, despojados, y con frío. Asimismo, tanta habilidades que juegan a favor, a veces pueden volverse en su contra. Nada mejor para un hombre, si está en duda acerca de las intenciones de una mujer, que recurrir a otra para acabar con el interrogante. Incluso, cuantas veces hemos tenido la oportunidad, hombres al fin, de comprobar cuan cierto era cuando una novia o esposa nos decía "para mi que fulana te quiere bajar la caña". "No viste como te mira?". "Mirá la guacha como se quiere hacer notar delante tuyo...". Qué amigo hombre sería capaz de hacernos ver eso?, eh?.
Párrafo aparte, merece la capacidad asombrosa de ocultar una verdad y taparla con una mentira. Cuando una mujer nos permite asomar a ese mundo, caemos en cuan sofisticados nos creemos para armar el entramado de un engaño. Nos creemos ingenieros de la mentira, arquitectos de una ficción que, para sostenerla, precisamos de cinco amigos, un portero, y dos parientes, y ellas, en el colmo de la simplicidad, se bastan a si mismas para engañarnos. Una sola mujer y su mirada. Alcanza y sobra.
Para el resto, los que subestiman o ningunean estas aptitudes, les queda seguir de espaldas a una realidad que los podría golpear en cualquier momento. Aunque más no sea, por curiosidad, observen amigos. Y estén atentos.


No sé si hoy es el día adecuado. El cuerpo pide. La mente requiere. La relación consume. El trabajo exige, y nadie da nada. Llamé al 0800-mestanconsumiendo, pero dio ocupado. Me acerqué a averiguar si había algún plan social nuevo para los que se quedan sin ganas de dar, pero no tuve respuestas. Mientras tanto, las preguntas me seguían comiendo el hígado. Sintonicé mi programa preferido de pastores, pero estaban muy ocupados con el diablo, y en querer echarlo. Cambié, yo ya no pretendo sacarlo, convivimos bastante bien. Puse "calma" en el google, pero me da la dirección de un complejo hotelero. Muy útil, pero mis complejos gozan de buena salud, están rebosantes y tan fuertes, que curarlos sería mutilarme. Entonces, me pregunto, que es lo que me falta?. Hoy, sin faltas, busco en la agenda, que seguro ahi tengo la solución a mi pedido, mi requerimiento, mi exigencia, mi consumo personal, mi deuda, la que todavía no pagué, pero gustoso lo haría.

Mi Herida

22 octubre 2006


Cuánto más durará el período de cicatrización?. Realmente, estoy desconcertado. Heridas se sufren muchas en la vida. Hay de las que precisan desinfección y sutura. Otras, simplemente desaparecen por obra del tiempo. En algunas vemos como operan a favor los primeros auxilios (una ayuda externa nunca viene mal), y en ocasiones, la herida se cura de soledad absoluta, borrándose totalmente por no darle trascendencia. Probar, creo que hay probar de todo. Pero me preocupa, decía, porque al verla veo que no evoluciona para bien, sino todo lo contrario. Hoy me levanté, y noté con sorpresa que el estado pasaba de aspecto preocupante, a desesperante. Compruebo que el método de ignorarla no funciona. Doler?, no, ya estoy acostumbrado. Tengo buenos anestesiantes, pero el problema es mi escencia, que me lleva a hacerme adicto a la sensación de alivio. Por eso, en este momento dudo en discernir que me duele más, si la herida o la falta de anestesia. Como si fuera poco, es lunes. Entonces se me ocurrió probar una solución distinta a todas las otras. Luego de prestarme a prácticas dolorosas, a tratar de cicatrizarla con remedios caseros, y de burlar a mi incredulidad con alguna que otra bruja, decidí encarar el tema desde otro ángulo. Así que señoras y señores, aquí les muestro y comparto mi herida.

El Momento Que Odio

18 octubre 2006



Ya sé. Es la hora. Detesto este momento. El momento en que desemboca todo. Donde se acaba el placer, se escurre el presente, y en el mejor de los casos, se vuelve recuerdo. Es el comienzo del fin, es cuando se acelera mi tiempo (no sé el tuyo, y eso lo detesto más aún) , la certeza de lo inexorable se me presenta patente, y lo impostergable se hace tangible. Cada día que pasa lo sufro más, porque me anticipo a este cuadro, empiezo a vivirlo antes, a padecerlo y a permitir que me invada el estremecimiento de saberme solo. Otra vez.
Y mientras, la pausa es eterna. El río de palabras y sentidos fluye en silencio. Hasta que el tiempo se pone en marcha, y comienza a recobrar los sonidos familiares, el aire vuelve a ser lo que recordaba que era, y estoy, nuevamente, a los pies de la montaña. Te juro que hemos recorrido miles de lugares, de los que ninguno conocíamos. Pisamos descalzos todos los caminos, pero dudo que te hayan quedado huellas. Presiento que debo guardar el recuerdo solo, para los dos. Nada más que para contarte, mañana, hasta donde llegamos.

Futurología Barata

17 octubre 2006


Decía un tipo, no recuerdo si era Borges o el gallego del bar, que la sustancia del tiempo es el pasado. Si, es lo que le da contenido, el tiempo que ya pasó. El futuro es algo que no está, se adivina, se prevée o se teme. Pero aún está allá. Y nosotros acá, en el presente, que se escurre rapido y ya es otra cosa. Es natural del hombre pretender conocer más que el resto. Ser el poseedor de una verdad oculta, tener la primicia sobre cualquier asunto, por más vano que sea, o conocer antes que nadie el hecho que torcerá la historia. Todo esto, es producto del interés de desafiar al tiempo, de anticiparnos a lo que vendrá. No viene al caso, pero las leedoras de borra de café proliferan, al igual que los adivinadores de cartas y demás "profesionales" del ramo. Retornos de maridos, enamoramientos súbitos de mujeres que hasta hace 10 minutos nos escupían un ojo, nada les resulta imposible. Todo a realizarse en un plazo tan razonable como es el futuro. Que es lo que queremos asegurarnos, sin duda, y deseamos que sea tangible, suave y aterciopelado. Nosotros, tan luego nosotros, que seguimos regalando el tiempo donde se construye el futuro. Si me permiten simplicar groseramente hechos complejos, y vaticinar algo del futuro, podría arriesgar lo siguiente: por estar profundamente relacionados con la esencia del hombre, y porque cuando existe una necesidad para satisfacer, hay alguien dispuesto a calmarla a cambio de dinero y cierto desprestigio, puedo afirmar que siempre habrá en el mundo, tal como lo conocemos, prostitutas y adivinos. Son los únicos llamados a perdurar, porque ofrecen lo que ningún robot o programa podrá ofrecer jamás. La falsa sensacion de alivio sustentada por una mentira, que de antemano ya conocemos, pero nos hacemos los distraídos sólo para calmarnos por un rato.

La Imagen

16 octubre 2006


Maldito invento. Casi tan viejo como la humanidad, y fruto del deseo de conocernos por nosotros mismos, es de los raros inventos que traspasaron épocas y funcionan del mismo modo desde hace miles de años. No importa el material del que esté hecho, su tarea siempre será la misma. Silencioso, certero, impiadoso, este objeto, a veces humilde, a veces suntuoso, realiza su labor de idéntica manera. Egipcios, griegos y romanos sucumbieron a la vanidad de su uso, y nada ha cambiado para quien busca en él, hoy, una respuesta, una sugerencia, o una negativa a una realidad que quiere ocultar. No falta en ninguna casa, y es a quien primero acudimos al comienzo del día. Sin embargo, de tan útil, se convierte en verdadera obsesión para algunos, que pretenden adivinar en él algo que no dice, o peor y más patético aún, es la porción de humanidad que cree engañarle con los artilugios más variados. Pero nadie es capaz de mentirle, ni siquiera por un instante. Y nuestro problema reside en creerle o no lo que dice. Hay un costado nuestro, muy humano, propenso a creer lo inverosímil y dudar de lo palpable. Hay otras maneras, mas saludables de saber las verdades que buscamos en este objeto, pero no son las más prácticas. Es cierto que buscarnos a nosotros mismos en los demás es una tarea difícil y seguramente, interminable, pero lo que vamos a recoger tendrá sin dudas más valor. Tengo la teoría que una descripción bastante acertada de lo que somos, la tienen los que nos rodean. Incompleta, tal vez de a retazos, pero sirve para armar un rompecabezas con nuestra imagen, la que proyectamos en los que comparten nuestra vida. Claro, si a las 7 de la mañana, luego de lavarte los dientes, querés peinarte, siempre será mejor confiarle al espejo el resultado del peinado. Pero, para cualquier evaluación de uno mismo, ese juicio de valor que de tanto en tanto hacemos de nosotros y nos pone depresivos o eufóricos, mi humilde sugerencia es dejárselo a los que nos quieren, que siempre veran más allá. Ese pedazo de vidrio podrá ser fidedigno, pero yo detesto las opiniones absolutas.

No Soy Yo

11 octubre 2006


Esta vez es cierto. No sos vos, soy yo. Disculpá. Disculpá al animal instintivo que llevo dentro. Él es el que estuvo con vos ayer, es el que te dijo que lo llevabas a lugares que jamás pisó, el que te juró que ansiaba, como el aire mismo, amanecer despierto con vos. Amaneció, pero junto a otra oferta que encontró en el camino, y lamento decirte que no sé cuando volverá. Yo?, no... yo intentaría, pero... el deseo no es voluntad, y la voluntad no es deseo. Ah!, ahora no lo intentes vos con lágrimas, no soy yo el que se impresiona y acongoja con llantos ajenos. Ese es otro, que hoy tampoco está. Si, mala suerte la tuya, hoy soy yo el que está de turno...

Desde Arriba

10 octubre 2006



Es miércoles. Otra vez masticando, rumiando la idea. Y otra vez diciéndome que no.
Pienso, la pienso, la veo. Me sudan las manos. El corazón golpea casi en la garganta.
Miedo?, miedo yo?. Si, seguro... Seguro que si.
De todas las veces que casi más, esta es la que siento que no lo domino.
Me gusta y disfruto no dominar ni la situación ni la sensación.
Esta vez tiene que ser. No sentir vergüenza. Dejar que se me incendie la cara cuando la vea, pero decirle todo, de una buena vez. Y no dejar nada. Que no quede una palabra ni una sílaba sin expresar, sin pronunciar. Y que por fin sea. Que sea lo que tiene que ser. A morir consumido por las llamas o a agonizar en el más indiferente de los fríos, pero que salga todo lo que hoy tengo acá.
Hoy decidí subir a lo más alto, para caer o para quedarme mirando el mundo desde arriba, desde donde lo miran los que se tomaron el riesgo y vivieron para contarlo.

Uno

06 octubre 2006


Volvió del laburo. Prendió la tele y comenzó a hurgar heladera, cajones y alacena en busca de algo para comer. Ahora se sienta a mirar lo que le ofrecen, manso. Dos bailando. Cambia. Dos anunciando noticias. Cambia. Dos diciendo taradeces. Cambia. Dos besándose. Huye. Él solo.
Mira el celular, aún prendido. Mensajes, ninguno, llamadas perdidas, cero, llamadas recibidas, nunca. Lo apaga. Más que una comodidad, ese teléfono le recuerda su lugar en el mapa del mundo.
Lo más cercano al afecto son las facturas del cable, con el encabezado "Estimado Señor Cliente".
De fondo, la tele reproduce una publicidad de fajas reductoras, mientras en su cabeza resuenan los pasos que se alejan por el zaguán de la casa. La puerta que se cierra. El silencio. El inagotable silencio que, hace un año ya, sigue haciendo ruido en su interior. Y la catarata de sucesos se desata como todas las noches, inalterable. Habitación, fotos viejas, cama inmensa, angustia seca de lágrimas y dormirse a la espera de un regreso que se ahoga con el despertador, a las 7 de la mañana.

La Teoría del "Hubiera Sido Hermoso"


Nunca pensaron por qué están parados donde están, y no en otro lado, en otra circunstancia?. Que cadena de hechos, que sucesión de casualidades los depositaron ahí?. Miren a su alrededor. Palpen lo que ven. Es lo que consiguieron, con mucho o con poco. Es lo que imaginaron hace 5 años, por ejemplo?, es como se ven dentro de 10?. El sábado, A, por equivocación, chocó con B. Charlaron, se conocieron. Dentro de dos semanas se volverán a encontrar. A considerará la posibilidad de comenzar algo con B. B, ya rompió con C porque A le gustó y decidió jugar sus fichas ahi. C quedará solo, llorando en un rincon, pero se le acercará F para consolar y el consuelo sabemos todos como termina en la mayoria de los casos. A y B descubrirán que nacieron el uno para el otro, y serán felices. Mientras, C y F comenzarán una linda relación, que con el tiempo se pondrá tormentosa y se llenará de dramas que evacuarán en terapia de familia. Luego, en ambos casos, el devenir del tiempo y las cosas, traerá hijos al mundo, algunos profesionales, otros artistas, otros frustrados, alguno chorro, y lo que la vida suele deparar. Si me siguieron hasta acá, se habrán dado cuenta la posibilidad que abre o cierra algo totalmente fortuito como chocarse con alguien, y las consecuencias inimagimables que puede desatar. Un contraejemplo, muy bonito y para pensar, es el que una vez supo escribir, no recuerdo si era Borges o el gallego del Bar. Luego lo escuché plagiado por otro tipo, pero no viene al caso. Carlos espera el colectivo para el trabajo, como todos los dias, en la misma esquina. En eso, pasa Laura, apurada, pensando lo tarde que va a llegar a su destino. Olvidó el reloj en su casa. Carlos la mira y sigue pendiente del micro. Laura frena y lo busca con la mirada. Le pregunta la hora a Carlos. Carlos, casi sin mirar, le responde, más atento a lo suyo, "las 7 menos cuarto". Laura le agradece sin mirarlo, apura el paso y da vuelta a la esquina. Desaparece. Él sube al omnibus. Fin. El destino hizo todo para acercarlos, los puso en el espacio y el tiempo. Y ellos, sin querer o saber, deshecharon la oportunidad de hallarse y darse por enterados de que eran el uno para el otro. Y como es obvio, el mundo siguió, para ambos, tan gris como lo conocían. Conclusión: Nunca, pero nunca, apaguen el radar. Podría ser nefasto o maravilloso.

Debilidad

05 octubre 2006



Creo que mis debilidades me definen mejor que mis virtudes. No puedo encarar cada mañana, cada día que comienzo, pensando en ser virtuoso. O en explorar y engrandecer alguna virtud. Sí me hallo más propenso a darle a mis flaquezas el espacio que se merecen . Porque piden, y mucho. Requieren de mí atención, tiempo, pero me reportan placer casi inmediato. Es cierto, en algún momento del día, me topo cara a cara con algo o alguien que me pide lo que no quiero dar. Lo que se supone debería, pero no tengo en los planes inmediatos. Postergo, en base al gusto de mis debilidades, un sinfín de acciones, actos y conductas que deben esperar. Así espera una lista larga de cosas, que sea feriado, que sea principio de mes, que llegue fin de año, que no llueva, que llueva, y en el peor de los casos, que se me cante. Una frase con destino de cuadro, es la que usaban los Who, "muy viejos para el rock'n'roll, muy jóvenes para morir". A esta altura, cuando ya estoy lejos de Gandhi, San Martín o Platón, reinvindico la perseverancia en las debilidades naturales. Hasta aquí llegamos así? Nos fue muy mal? No?, ok, sigamos. Nada personal con quienes decidieron un día virar el barco y enfilar hacia el paraíso, con los que ya están reservando un buen par de alas, el camisón blanco y la aureola para la estampita. Al contrario, los reconozco necesarios para contrastar con nosotros, los que aún buscamos algo más vertiginoso que un cambio de dieta, los que disfrutamos de la zozobra de las cosas que no manejamos. Vuelvo a lo mío. La debilidad nos define más a nosotros mismos, que la fortaleza para reprimir el instinto. Y, en muchos casos, es lo que quedará de nosotros. Lo que recordarán. Si en la batalla diaria que se da dentro nuestro, entre el costado virtuoso y el vicioso (de alguna manera debo llamarlo...) siempre hay empates, tendremos asegurado nuestro lugar en el limbo de la mediocridad. Condena y gris eterno. Entonces, desde aquí, alentamos a buscar la victoria, para un bando o el otro, pero que sea triunfo claro y rotundo. Nada de firmar empates o especular tirando la bola afuera. Ganar de modo rutilante, aunque más no sea para que cuando nos recuerden, siempre aflore esa frase tan nuestra: Ja! el negro...flor de hijo de mil era...

¿Cómo catzo?

03 octubre 2006


Cuándo ponerle freno los intentos de conseguir lo inconseguible?
Cuándo dejar de tirar centros, que uno a uno, son rechazados?
Cuándo la tenacidad se convierte en tozudez, y la tozudez en ceguera, lisa y llanamente?
Cuándo sacar el pie del acelerador?

Cómo adivinar que esta vez NO es NO?
Cómo saber cuál es el momento adecuado para cambiar la táctica?
Cómo se calma el dolor de cabeza después de golpearla repetidamente contra la misma pared?

Por qué es tan delgada la línea que separa la perseverancia de la obstinación?
Por qué se parecen tanto pasión y obsesión?
Por qué el mejor sueño siempre se corta en el mejor momento?

La Oferta del Día

27 septiembre 2006




Hoy es ese día.El justo. El perfecto. El día indicado para salir a la calle y ametrallar a todos y a todo. Sí. Disparar sin piedad ni temor con dos verdades que, de tan simples, parecen estúpidas: Yo soy así y aquí estoy. No, no es un libro de autoayuda para modelos fronterizas. Es lo simple llevado al extremo: No hace falta que me ponga a bailar abrazado a un semáforo, ni pienso hacer piruetas mientras canto, como en un musical. Simplemente no voy a dejar que me coma la realidad. Llueven misiles de desgracia todos los días, y varios pegan cerca, sin embargo, yo sigo. Se desplomó el avión que traía esperanza Made in Taiwan. Sigo. Los camiones que traen alegría brasilera están parados en la frontera por un paro?. Yo no paro. Esto sigue, porque hoy quiero. Me informan que cayó la cotización de la ilusión en la Bolsa de Tokio. Esto no para. Hoy es el día perfecto. Hoy cruzo el Sahara de rodillas para verte. Corto el Atlántico haciendo la plancha para decirte aquí estoy. Y vuelvo. Porque lo hecho está atrás. Y el inmenso baldío que hay de aquí hacia adelante, precisa un arquitecto. Señoras, señores, jueves. Bienvenidos.

Mujeres Clausuradas



La tele suele mostrarnos, como un espejo deforme, algunos retazos de realidad en los que podemos adivinarnos. Personalmente, creo que muchas familias tienen toques o ingredientes de los Simpsons o los Bundie (los Argento, como se los conoce por acá). En algunas mujeres, creemos ver, con cierto grado de aproximación, a las protagonistas de Sex and the City, o Amas de Casa Desesperadas. Pero lo que raramente, o mejor dicho nunca, observamos en nuestras cloacas de comunicación es a las "mujeres clausuradas". Quiénes son?. Todos las conocemos, pero su afán de pasar desapercibidas, ha hecho que los observadores tengamos que aguzar la vista. Suelen andar por la vida enfundadas en sus joggings de gimnasia, aunque no pisan un gimnasio desde que dejaron la secundaria. Remeras o camperas lo suficientemente grandes como para albergar a su familia debajo, aunque el cometido es taparse decorosamente. Zapatillas "cómodas, viste?, para andar todo el día". Sino no es pelo corto, el cabello recogido, pero nunca fuera de esas variantes.
Son las que uno ve en la calle con niños a la rastra, las bolsas del super colgando como alforjas de un caballo, y desplegando una pancarta invisible que dice: "No soy mujer, soy madre".
A ciencia cierta, nadie sabe cuando mutan de un estado a otro. Algunos fijan la fecha de un parto como comienzo del cambio, pero no lo podemos afirmar. La cuestión es que puertas adentro, exteriorizan módicamente su condición escuchando a Arjona, y en sus variantes mas progres, sollozan en privado con Sabina y Serrat.
Hay sufrimiento y entrega en esas vidas, tan poco reconocidas. Esos rollitos, esas estrías y esa celulitis fueron conquistados en la dolorosa tarea de enterrar a una mujer deseable y apetecible a los ojos de todos los hombres, para convertirse en la fiel imagen de la madre, esa que tiene estatuas en las plazas de los pueblos, la que se honra, la que no se toca, con la que no se juega, Madre, de las que hay una sola. La que tristemente pensó un día que para ser madre, tenía que dejar de ser mamita.