Paredes bajo Aerosol

08 noviembre 2006


Siempre me asombro cuando encuentro alguna pintada en las paredes de la ciudad. Me sorprenden las que tienen un contenido fuerte, no cualquiera. Me refiero concretamente a las que expresan un sentimiento intenso, que pueden ir del amor al odio, del fervor militante a la bronca de una denuncia. Pero la particularidad de la pintada, es que está llamada a perdurar, y en muchos casos, más allá de lo que lo haría en un papel, con lo que remarca aún más el significado, hasta convertirse en el signo de un tiempo. Hace muchos años, yo era niño, enfrente de mi casa pintaron acerca de la masacre de Trelew, que ocurrió un 22 de agosto de 1972. El fusilamiento clandestino de presos políticos por parte de la Armada, durante la dictadura de Lanusse. Perduró hasta los 90' ese pedido de memoria, y nosotros, que vivíamos por ahí, pasamos por todos los momentos que pudo pasar un ser humano que vivió en la Argentina de los últimos años. Dictadura, democracia, más dictadura, retorno a la democracia, impunidad, juicio, castigo, indultos, juicios y sabe dios cuantas cosas más. Pero la pared, esa pared, seguía inalterable, gritando lo mismo, solo cediendo en el color que le robó el tiempo. Mensajes más livianos me llaman la atención. Ayer, caminando me encontré con una pintada en aerosol que decía "giselle cornuda". Pobre Giselle si se enteró de ese modo. Pobre si lo sabía y lo quería ocultar. Lo peor no sería eso, sino el sostenimiento en el tiempo de ese estado de "cornudez", por una pintada que nadie borra y el tiempo tardará en llevarse. Otra que lleva años pintada en una ochava de Zárate es "Gonza, si te gustan las mujeres, aquí estoy". En tan pocas palabras, agresión, pasión y afirmación de sentimiento. Un verdadero resumen pasional, que seguro el viento del tiempo arrastró a lugares lejanos. Quizás las realidades de aquellos dos protagonistas hoy pase por lugares sumamente lejanos, tal vez no se hayan visto nunca más, y es probable que no lo hagan jamás, sin embargo, una pared inmortalizó un momento. La aparente indiferencia de él, la arriesgada pasión y el ofrecimiento de ella. Todo, en una pared de una ciudad.

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