Atravesando el Aire

21 noviembre 2006


Qué estado maravilloso!, qué envidiable para los que no saben como es!. Es hermoso cuando comprás algo y estás enteramente satisfecho, sin preocuparte porque no te dieron la factura, o el plástico del envoltorio, que está rajado. Es fantástico cuando escuchás lo que querés oír, que todo lo que sale de esa boca sean caricias para tus oídos, como vivir con la canción que te gusta repitiéndose perpetuamente en tu reproductor. Y mientras flotás en tu nube particular, no importan esas bocas y rostros que gesticulan mudos a tus costados, ni los nubarrones oscuros que se plantan frente a vos, y menos aún, el viento que se empeña en arrancarte la cara. Es que no hay nada ni nadie que frene tu empeño en creer que le podés sacarle aceite a las piedras, o que podés hacer volar a las palomas muertas. Hay alguien que tenga el derecho a contradecirte o a amargarte la miel?.
Cuando uno sale a volar, arma su propia hoja de vuelo. Y los papeles, que se quemen solos.
Siempre habrá un alma caritativa esperándote abajo, con el colchón que amortigüe tanto sueño.

0 Vos dirás...: