Todo Perfecto (salvo lo eterno)

11 noviembre 2008

Una tormenta silenciosa corre detrás de la escena.
El cuadro de personajes, inmóvil. Detrás de ellos, el vértigo del tiempo.

Para la foto, sonrisas pegadas con alfileres. Ruidos para un fondo animado, campanas y algún violín caminando el hilo deshilachado de una melodía vieja.

Sofocada, una garganta que pide aire pero espera. Y el reloj que marca estaciones, eras y cuenta en millones los años.

Para la mano ajada que acaricia, una mueca de cumplido. Para la palabra gastada y convenida, una mirada que se apaga. Una contraseña para dejar en alto la bandera blanca. La tregua que nadie firma. La guerra que ninguno ya pide pelear.

La contraseña: Espere su turno.
La señal: Una selva de semáforos en rojo que nunca cambian.

(Una caja de anestesia, habitación 11...)

Dominio

20 octubre 2008

(Nunca errar el tiro.
A la cabeza o al pecho. Errar nunca. Que nunca un ruido altere la decisión.
Jamás un retraso para bajar el martillo).


Porque necesito el dominio.

De tu aire.
De tu espacio.
Saber cómo, cuándo.
Entender la chispa que enciende.
Manejar la dirección de tu voluntad.
Respirar la exhalación que provoco.
Enfocar tu luz hacia mí.

(El mientras tanto muta a un para siempre.
El ansia subleva. La espera carcome.
Las manos tiemblan, sudan. Delatan.)



Porque

Los barrotes se esfuman.
El tiempo corroe. Alisa.
No hay sonidos. Sólo ecos.
Una etiqueta vieja y el latido espeso que se distancia.
De todo.


(Siempre queda lugar para un poco más de humo.)

Harakiri (con tramontina)

26 agosto 2008

(Es fiesta... pero me está matando por dentro...)

Vos sabías que alguna vez iba a suceder...
Si no sabías que se estaba incubando, era por la simple razón de mirar sólo la corriente por arriba.

Nunca pensaste que el piso podía explotarte? Qué el techo aplasta y ahoga, sin tocarte siquiera?
Porque apostaste hasta la última moneda y exprimiste cajones... Todo para que el día llegue, y te atraviese. Real, como el brillo. Como la lengua, cuando siente sangre en la boca, y sabés que es tarde. Porque no hay manera de salir ileso.

Pero no hay detalle que se haya escapado. Nadie deja de cobrar una apuesta así, y te llevan todo.
El espejo que te devuelve hermosa. El encanto de las miradas ajenas. Un par de almanaques, las entrañas y el futuro que armaste. Pedías amor a gritos y te dejaron en todos los muelles.
La fe ardorosa y de poco aliento, sólo alcanzó para tapar los huecos más grandes. Los más dolorosos, a la lista de espera. Nada gastaba a esa piedra.

Sin embargo, los grandes derrumbes no se anuncian. Y empiezan con el leve vuelo del polvo, que queda eterno flotando. Los quejidos fuertes, un desgarro, y la avalancha que busca suelo.

Los pedazos informes que no volverán a armar nada, están a la vista.
No hay azar. No hay fortuna. Sólo malas elecciones.

De todo, quedó el eco. Y un tiempo estancado en el perfume más sereno que pude respirar.

Recaída

22 abril 2008



No había más canciones para que cantásemos juntos.
A mi se me habían terminado todos los trucos.
A ella, todos los encantos.
A los dos, las sorpresas.

Pero.

Aún tenía deseos de esperar que exhalara, para respirar de su aliento.
Aún quería saber del hechizo de no poder salir de una mente ajena.
Ser soñada. Y saberlo.

No.

No hay manera de resistirse al dolor de perder, aún ganando.
Al calor de un pecho inflado de vacío.
A un hilo de frío que recorre el vientre.
A la despedida segura. Al pasaje de vuelta con fecha en blanco.

Caer cíclicamente, no es recaída. De eso estoy seguro.
Como que caigo más de lo que me alzo.

Groupie de cabotaje

11 abril 2008


Para caídas vertiginosas
, y resurrecciones asombrosas, nadie mejor que ella.
Promotora de su propio veneno, aun no conocía el antídoto, por lo que a menudo se pegaba un bajón del cual cada vez le costaba más emerger.
El envase, que tanto la ayudó a sobrevivir, se le empezaba a ajar.
El instinto avisa, pero la razón disfraza. Aún así, comenzaba a percibir que para seguir en ese ritmo, ya no alcanzaba.
De animal deseado y esquivo, a figurín de reparto. De sueño húmedo, a mueble de la decoración de una noche olvidable. Sólo hay tiempo en el medio.
Los encantamientos cada vez le duraban menos. Sin paciencia para llegar al final del truco, la ansiedad le comía un pedazo de alma y le consumía la confianza.
Las historias eran más cortas, los finales siempre calcados. Sin sorpresas, cada noche jugaba a encontrar el mapa del tesoro. Y tarde por las mañanas, las manos ásperas y vacías.

Quién sabe en qué arruga llegará el alma que pueda, al fin, mantener y avivar ese fuego.

Fácil

07 abril 2008



Pensabas que era fácil. Que en algún momento todo termina.
Que el sabor amargo se iba a diluir, que el dolor se iba a mitigar.
Era tan fácil.
Pero el reloj se devoró todo. Volteás la mirada y ya no se distingue ese pasado.

Entonces, qué mierda es este amasijo de tripas, el frío súbito y los latidos que ahogan?
Por qué aún quiero escuchar las mismas palabras?
Qué puta idea es esa de creer que el dolor redime y eleva?
Patear mil calles o quedar suspendido en el vacío, es exactamente igual.
Matar el fantasma es matarme a mi mismo.
Porque ya está dentro. Porque vive aquí dentro.
Sin querer echarlo, lo alimento con la pasión que guarda mi quietud.
Lo cobijo con la más estúpida de las paciencias.
Parado, en pausa.
Hasta el retorno más esperado, puede ser el más temido.

Sobre las pisadas

14 marzo 2008



Después de todas las olas de calma, que taparon pero no ahogaron, reapareció. Como si nada hubiese pasado, masticando la explicación, apretando el mute en el momento de decir lo que sabemos y no queremospodemos&debemos decir.

Todavía siento que se me aprieta el alma cuando la encuentro a través de las mil maneras de cruzar a alguien hoy en día, y juro que he cambiado todos mis caminos para no tener que verla.


El maldito celular y el omnipresente
emesene terminan convirtiéndose en un colador, y lo ágil ( y por qué no furtivo), ahora muta en un cruel recordatorio de que para echar a alguien de tu vida, no alcanza con un adieu byebye aufwiedersehen.

Se me quemaron los papeles con la cura, siempre fui de la secta de los sostenedores de la teoría que dice "un clavo viejo se saca con uno nuevo".
Detesto que la práctica me refute la teoría. Y aborrezco el estado de estupidez en que me deja.

Supongo: Quien conoce tu lado vulnerable, lo visita muy asiduamente. Quien piensa que mostrarlo, es un rasgo de apertura hacia su lado humano, se pone la 9 en la sien.


Dato estadístico: 9 de cada 10 mueren con la bala que gentilmente facilitaron.


Es probable que todo se vaya a la mismísima mierda, pero no tengo ganas de volver a buscar mis cosas al fondo del barranco. Porque me costó un huevo volver subir hasta aquí. Y porque creo que debería asumir que vivir con la vista atrás, me hace mierda el cuello.


Consejo: Nunca corras a un loco para el lado que va. Te cansás antes. Más vale hacerte el loco y que te corran a vos.