Atesorando mentiras dulces, pasó el tiempo hasta inundar el presente.
Acarició cada error, imaginó un cielo de labios que le susurraban calor a sus oídos.
Arrastró sombras a las que les infló el alma vacía, y se las presentó al cadáver de su amado.
Coronó con nuncas un collar hermoso de jamases.
Espantó la pasión y la vistió de ternura inocente.
Ahogó un hilo de conciencia y puso en el altar la construcción más compleja que podía parir su imaginación: Amor eterno.
Para cada ardor, un bálsamo.
Todos sus náufragos llegarían a una costa y el sopor haría su sueño más cercano al sol.
Despertar era el costo. Nada corroía tanto su paraíso como vivir, con los ojos plenamente abiertos.
Cielos
20 noviembre 2007
Posteado por Audiomongo a las 18:25
Estado Spread your wings
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