Groupie de cabotaje

11 abril 2008


Para caídas vertiginosas
, y resurrecciones asombrosas, nadie mejor que ella.
Promotora de su propio veneno, aun no conocía el antídoto, por lo que a menudo se pegaba un bajón del cual cada vez le costaba más emerger.
El envase, que tanto la ayudó a sobrevivir, se le empezaba a ajar.
El instinto avisa, pero la razón disfraza. Aún así, comenzaba a percibir que para seguir en ese ritmo, ya no alcanzaba.
De animal deseado y esquivo, a figurín de reparto. De sueño húmedo, a mueble de la decoración de una noche olvidable. Sólo hay tiempo en el medio.
Los encantamientos cada vez le duraban menos. Sin paciencia para llegar al final del truco, la ansiedad le comía un pedazo de alma y le consumía la confianza.
Las historias eran más cortas, los finales siempre calcados. Sin sorpresas, cada noche jugaba a encontrar el mapa del tesoro. Y tarde por las mañanas, las manos ásperas y vacías.

Quién sabe en qué arruga llegará el alma que pueda, al fin, mantener y avivar ese fuego.

1 Vos dirás...:

Anónimo dijo...

Negro, me pase x aca vengo del flog
no sabia!!!!!!! esto tmbien? q bien
abrazo!!!

Sele