Pensar me mata

22 marzo 2007


*Qué días que estamos viviendo, por dios!. Entre mosquitos que parecen importados de Camboya, andamos haciendo señas espasmódicas en el aire para espantarlos. Lo bueno y tranquilizante del tema es que no son de los que dilean el dengue. Al parecer estos son más benignos y joden nomás pero sin otras intenciones.

*Tal vez estemos asistiendo al famoso cambio climático, profecía que finalmente nos acercaría en el clima al Brasil tropical, pero sin onda, con el humor nuestro de "me va mal, pero ya va a empeorar".

*Para colmo, nos enteramos que la cuenca del Río de la Plata está seriamente amenazada, con una sentencia de muerte a raíz de que día a día, le damos de lo nuestro, lo peor. El informe que presentó al congreso de los Estados Unidos el ex vicepresidente Al Gore, menciona la paulatina desaparición de glaciares en el mundo, pero las fotos de ejemplo son ... argentinas, oh yeah!. Para ser sinceros, no le dan mucha bola, lo recibieron en honor al cargo que tuvo, y por acá no pasará de ser una anécdota más para muchos, porque hay cosas que nos interesan más para discutir.

*En nuestra zona tenemos papeleras, pero deben ser de última generación, y si no lo son, las de Gualeguaychú contaminan más, porque lo dijo una mina que bailó por un sueño, y yo le creo a ella que tiene un culo barbaro, lo conoció a Marce y es re buena porque se la rebanca y fue a Ginebra con un cartel para que todos tomemos conciencia.

*Hay censura! Una periodista se queja de no tener acceso a protagonistas de la realidad candente de nuestro país, pero no se queda de brazos cruzados. Por fin una heroína del libre pensamiento, de la opinión independiente, se le planta al sistema, al monstruo y le grita. Grita su verdad porque quiere que caiga el velo que tapa la realidad. Y lo hace por nosotros. Monta en un helicóptero, sobrevuela el área de desastre y vuelve para contarnos su odisea contra el poder.

Bueno, ahora me voy porque me duele un poco la cabeza, me bajo un par de ringtones de Gran Hermano, un wallpaper de Marley tragándose un bicho en Tilcara y me siento en el living a esperar a que se me pase. Es que pensar, me mata.