Lecturas estúpidas de una realidad muy astuta

10 abril 2007



Al tipo se le fue la mano. Pescó a la mujer con una historia en offside, y el juez de línea le levantó la bandera. Con la furia latiendo en la sien, crispando sus puños, se permitió descargar un par de piñas, unos golpes con el atizador del hogar (que no es el palito de las brasas de la parrilla), y final brillante y arriba, con cinco corchazos de un arma que guardaban en el placard por si algún día entraba a robar un aborigen fumador de paco. Para no salpicar a la familia, (porque la familia no es como una moquette, un sillón de pana o una pared) todos acudieron a darle una mano al tipo que, al fin y al cabo, no es jodido, che. Es uno como nosotros que un día no pudo desagotar la cámara séptica y se le rebalsó. Ay, pobrecita, dijo uno que llegó tarde. Tan cuidada y elegante que era, seguro que no le gustaría que la viéramos así... Tenés poxipol que le tapo esos agujeritos tan desprolijos de la cabeza?. Y una cosa lleva a la otra. Mejor la cremamos, eh? Quedaría muy bien una urna de bronce en aquella repisa, no gordo?. - Bronce? No jodas, che, se merece mucho más. - Este pedazo de plomo, lo podemos guardar para hacer plomadas? Mirá que el fin de semana que viene nos vamos a pescar...ta' bien, lo tiro. Hubiera sido un lindo llaverito. Qué me mira usted?, siga limpiando, che!, para que le pago?. Vaya a prender la tele, que quiero saber como van Boca y River...